domingo, octubre 29, 2006

El viaje

El viaje a la Selva, Tingo María para ser exacta, demora 11 horas, esto claro si es que no se hacen paradas, nosotros nos demoramos unas 15 horas mas o menos por la cantidad de paradas que hizo el bus, si pensaste “pobre culo” estás en lo cierto, y añado yo: pobre cuello, pobre espalda, y pobre vejiga, porque aunque hicimos paradas para ir al baño, yo sólo oriné una vez porque los baños estaban hasta las huevas. Aparte de las paradas para hacer pichirrún, estaban las paradas para arreglar el bus que era una carcacha, y por último estuvo la parada pal desayuno. Yo que no había comido nada para no sentirme mal en Ticlio me cagaba de hambre, así que me pedí un jugo y un sándwich, la Conchis se sentía mal, le dolía la barriga, aunque igual desayunó.

Ya en el bus para continuar la ruta hacia Tingo María, el profe se puso a hablar a toda la clase, así que tuve que apagar mi música pa escucharlo y de paso grabar lo que dijera. Me paré porque ya me dolía el culo estar tanto rato sentada, en eso, la Conchis me pasa la voz, se sentía mal, le dolía el estómago y sentía mareos. “Proofeee, venga un toque”_”Qué pasa Isita?”_“La Conchis se siente mal”_”Qué ha pasado? Tienes ganas de vomitar?” en eso todos me empiezan a pasar bolsas, pastillas, agua, etc, etc. “Toma conchis, ten una bolsa por si acaso”_”No, no, ahorita se me pasa”, como el profe era un total inútil, mejor se fue a seguir haciendo su clase, yo que ya me había sentado porque el carro iba rápido y perdía el equilibrio mejor me paré de nuevo, no vaya a ser que me vomite la conchis encima. Diez minutos después la Conchis me hace señas que llame al profe (como si fuera a hacer algo), lo llamo y el profe me pregunta “Qué hacemos Isita?”_”mmm, que pare el bus para que se baje y respire un poco de aire”_”no, no podemos parar el bus”, la gente que estaba cerca ya estaba preocupada, la Conchis tenía una cara que daba pena. “Toma la bolsa por si acaso”_”No, no”_”Pero por si acaso” le decía mi amigo Cara e Huevo, y la Conchis entercada con no querer aceptar la pinche bolsa, en eso “buaaaaaaagghhhh” la weona buitrea, ensuciándose el pantalón, el asiento, el piso y todo, yo que soy asquienta me retrocedo poco a poco evitando ver el espectáculo, “Isa tus cosas” me grita una flaca (mierda, mi mochila, la dejé en el piso), corro a sacar mi mochila del peligro, pero ya era muy tarde se había ensuciado, ni siquiera lo limpié, la aparté para que no se ensuciara más y me senté un asiento detrás de la Conchis. Frases pasaban por mi cabeza: “Carajo, iba a estar pa arriba y pa abajo con esa mochila, ahora dónde guardo mis cosas” “Y ahora dónde mierda me voy a sentar si no hay otro sitio?” “Carajo, huevona de mierda, cómo se le ocurre desayunar, si le duele la barriga?” “Y por qué chucha no aceptó la bolsa?....concha su mareeee!”. Mientras los peores pensamientos pasaban por mi mente, la pobre Conchis no alzaba la cabeza por el roche, felizmente una flaca de la clase (la colombiana) que estaba cerca de nosotros fue a ayudarla, la Conchis quería cambiarse los pantalones en el bus, así que con una casaca, la colombiana le tapaba, para que el resto no se gane. Los patas empezaron a hacer chongo como era de esperarse, y yo le ayudé a la colombiana a agarrar la casaca desde mi sitio que era lo único que podía hacer. Lo admito, fui egoísta, lo sé, si se hubiera caído, golpeado o si estuviera sangrando, yo le ayudaba, aunque me caiga espesa, no lo pensaba dos veces y la ayudaba, pero verla buitreando me iba a dar ganas de buitrear a mi también, la colombiana por buena gente, le pasó exactamente eso, y al rato se sentó a mi costado y un minuto después me dijo “tienes una bolsa”_”oe, las bolsas?” como 20 bolsas me pasaron al toque le di todas y “buaahhhggh” la colombiana buitreó (carajo! Por qué todas las que se sientan a mi lado buitrean?) menos mal, ella no ensució nada, yo mejor me paré. Hicimos una parada y bajé para echarme agua.

Unas horas después llegamos a Tingo María, hacía un calor que te cagas, “Chicos no se vayan muy lejos, nos vemos en 15 minutos, porque nos esperan 3 horas de viaje más porque nos tenemos que ir a Aguaytía”. Bajé del bus y me junté con otros patas para huevear por el pueblo. “Vamos a tomar unas chelas, Isa?”_”Vamos pes” Tomar chela helada en medio de tanto calor creo que fue lo mejor del viaje, los 15 minutos se nos hicieron chicos y nos quedamos media hora, total no nos iban a dejar, a la media hora regresamos, y el profe taba medio asao, felizmente el profe es de la pm y no nos dijo nada.

Por llegar tarde, todos estaban ya en sus asientos, la Conchis, toda conchis estaba sentada en mi sitio porque el suyo lo había ensuciado, “Qué? te quieres sentar, Isa?”_”Si, estoy cansada”_”bueno, siéntate acá pues, tendré que irme parada” me dijo, como si ella hiciera un sacrificio por mi (y qué esperabas que yo fuera parada? Todavía que debajo de mi asiento están tus vómitos). Me senté dispuesta a escuchar música, cerrar los ojos para dormir un poco y procurar de que mis piernas no toquen el respaldar (que también estaban sucios), la colombiana, felizmente, había puesto papel en el piso, aunque de todas maneras yo seguía asqueada. Cara e Huevo, que estaba delante de mí, sacó su guitarra y se puso a tocar, la Conchis se puso a cantar muy contenta, como se cansó de estar parada se sentó en la barandita del asiento y se apoyó en mi dándome harto calor, yo me alejaba más de ella, y ella se acomodaba más y más, con lo que yo me encontraba en una posición súper incómoda. “Oye conchis, tu sitio ya debe de estar seco, siéntate mejor”_”No, no quiero”_”Es que quiero jatear, y estoy súper incómoda”, se hizo la loca, y prácticamente le importó un carajo que yo estuviera incómoda. Ella happy cantando con Cara e Huevo y otra gente que había dormido bien durante la noche y no tenía sueño. Y yo, jodidasa ps, porque aparte que me daba calor, la conchis es medio regordeta, y su humanidad me pesaba, así que la empecé a empujar para que ella también se sienta incómoda. “ay, Isa, no puedo sentarme bien”, yo me hice la que no le escuchaba, porque estaba con los audífonos.

En eso, el profe se paró para hablar a la clase, bla bla bla, como la Conchis no aguantó más, se fue al sitio del profe, y por fin pude sentarme tranquila. El profe terminó de explicar lo que sea que estuviera explicando y se fue a su asiento “conchisita, que ha pasado? Ahhh, tu asiento está sucio”_”Si profesor, quiere que me pare?” como si le fuera a decir que si, el pobre profe que para remate es un poco cojito tuvo que ir parado el resto del viaje.

Llegamos a Aguytía y hacía más calor, ni jugando pelota sudo tanto, había una manguera que botaba agua a presión, así que ni modo me bañé en agua, ya fresquita y feliz, admirando el río y la cantidad de bosque que hay en la Selva, me compré un helado de aguaje, y me junté con dos amigos para no andar con la Conchis y llegar al extremo de golpearla, luego fuimos a almorzar, y por último a seguir chupando para refrescarnos de nuevo, también tomamos con el profe, y la pasamos bien, me empezaron a bacilar por haber huido cuando la Conchis buitreó, yo expliqué que soy asquienta y seguimos bromeando y todo. En el grupo había un pata que se creía el gilero y se tomó varias fotos con las charapitas, luego lo bacilamos porque las charapitas resultaron ser niñas de 12 años. La Conchis, vió que nuestro grupo se divertía más y se nos unió aunque no podía tomar. Al rato el profe nos llamó para regresar a Tingo María.

De regreso a Tingo María, la colombiana se unió al grupo de cara e huevo que estaba con la guitarra, así que yo me fui a su lugar, a pesar que yo soy bien hincha de las guitarras, mejor me quedé en el sitio limpio de la colombiana, mirando los paisajes y conversando con el de mi costado. Tres horas después, llegamos a Tingo María, y fuimos a buscar hotel, la Conchis, que no se da cuenta que la aborrezco, quería alquilar cuarto conmigo. El cuarto con dos camas, baño y cable estaba 30 lucas, lo que me pareció baratísimo, 15 cada una, pero la Conchis no quiso, ella quería pagar 10. Un grupo, si se quedó en ese hotel, porque ni siquiera estaba feo. Como las otras chicas la apoyaron a la Conchis en buscar otro hotel, caballero tuve que irme con ellas. Los demás hoteles estaban más caros, en el camino le dije a la Colombiana, “para mi 30, me parece bien”_”A mi también”_”Ay, me hubieras dicho antes”_”Nos regresamos?” me daba miedo regresar al hotel porque íbamos a estar las dos solas, con maletas y como muy citadina que soy, lo primero en que pensé fue en los choros. Por otro lado, me moría de calor y me quería dar un baño. “Ya, hay que regresar” Dejamos al resto, sin siquiera despedirnos para que no nos quieran persuadir y caminamos rápido al hotel. Llegamos sanas y salvas, me bañé y luego me pasaron la voz para ir a una discoteca. La colombiana no quiso ir, así que me fui con los chicos a comer y luego a tonear. “Chévere, como soy la única chica voy a bailar toda la noche” pero NO, los huevones no bailaban, salvo el gilero que sacaba a las charapas y las afanaba para ver si una le daba bola. Después de una hora empezó a llegar el resto de la clase, al final todos estábamos en la misma discoteca, llegaron también las demás chicas y por fin pude bailar algo.

Nos quedamos hasta las 4, el camino de regreso al hotel estaba mojado porque había llovido, me mojé todas las bastas de mi pantalón y estaba con pica por perderme la lluvia, sobre todo porque en la disco no me divertí. Sólo dormí 3 horas, luego la colombiana nos despertó a todos, pasando cuarto por cuarto para que nos empezáramos a alistar. Me bañé, alisté mis cosas y desayuné, el resto del tiempo me puse a ver tele hasta que dieron las 9:00 am, luego nos fuimos a tomar el bus de regreso a Lima.

De regreso, me senté en otro lado porque el bus era el mismo, y el asiento seguía sucio, la Conchis se sentó de nuevo a mi lado para mi muy mala suerte, haciendo que otro pague pato y se sienten en su ex-asiento, yo estaba que me moría de sueño, así que me puse los audífonos y a dormir. De rato en rato, el profe nos hacía bajar del bus para ver los ríos, u otras cosas. El calor era tremendo, yo rogaba que lloviera, adoro cuando llueve, “Estar empapada de agua, refrescarme de todo este calor, ojalá llueva”. Mis ruegos se hicieron realidad, por fin llovió, aunque estábamos dentro del bus, igual abrí mi ventana y saqué mis brazos, con el viento el agua me mojaba la cara, me sentí divinamente. En eso la Conchis, que juro que después del viaje la aborrezco al infinito, me hizo cerrar la ventana porque el aire le podía hacer mal y la lluvia le estaba mojando el brazo, la odié más.

El resto del camino me la pasé escuchando música, y revisando si mi cel tenía cobertura para llamar a mi casa o a Cana para insultarla por no venir. Ya no hicimos más paradas salvo para ir al baño o comprar algo de comer. El viaje de regreso fue menos pesado, no me dolió la cabeza en Ticlio y tampoco sentí frío porque saqué mi colchita y me tapé toda. Íbamos a llegar a Lima a las 4:00 de la mañana, por lo que Cana me ofreció quedarme en su casa hasta el día siguiente, ya que el bus me dejaba cerca a su casa, pero mi vieja no quiso, así que ella me fue a recoger junto con mi viejo. Al llegar a casa, me moría de hambre, comí, me fumé un cigarro y me fui a dormir, al día siguiente no fui a clases porque seguía cansadita.





1 comentario:

carluchi dijo...

me llegan las tipas como la conchis, me he cruzado con varias y son realmente insoportables. lo peor es que mientras menos te caen, más creen que son tus patas...