El sábado que pasó...

Desde que estuve en el bus de regreso a Lima, le estuve diciendo a Cana por el cel que pase la voz a la gente para chupar el sábado, “No he gastado casi nada de plata en el viaje, así que avisa a la gente pa hacer algo el sábado”_”Ya, ya yo les aviso”. Total que como su enamorada de repente no la dejaba, no aviso bien y la gente no pudo ir. Al final sólo chupamos las dos en su jato.

Como mi vieja para jodiéndome cada vez que salgo con mis amigas, mejor le dije que tenía un tono en la casa de un amigo y que iba a ir con unas amigas QUE NO JUEGAN FULBITO, mi vieja me dijo que ya, cosa que me pareció rara porque últimamente para desconfiadaza. El mismo sábado que ya me iba a ir a la u, luego a pichanguear y por último a chupar hasta el día siguiente, mi vieja me sale con que quiere la dirección y el fono de a dónde voy a ir “qué cosa?” mi vieja nunca antes me ha pedido nada de eso, sólo me deja salir y punto. Incluso me dice que lleve mi llave porque no quiere estar levantándose a abrirme la puerta.

Mientras me duchaba pensaba en qué hacer, felizmente no hay sábado en el que no haya tono, así que me acordé que un tal “Chino” iba a hacer un tono por su cumple, llamé a Cana desde el baño de mi jato “oe, dime, el Chino que va a hacer tono, en dónde vive?”_”qué?, para qué?”_”tu dime nomás después te explico”_”En Los Olivos”_”ya, chévere, después hablamos”. Tenía por lo menos que conseguirme un tono real, ya que mi vieja de repente se le ocurre llamar o algo así, así que le dije “yo no se la dirección, es en Los Olivos, pero no se la dirección exacta, voy a ir con mis amigas, ellas me van a llevar”_”cómo que no sabes dónde queda?, osea que tu como un perro te vas detrás de tus amigas a donde te lleven?” mi vieja estaba asadaza, “y qué piensas llamar? No te pases pues, qué roche!, llámame al celular, no?”_”Y si mañana no llegas, a dónde voy a llamar yo?, llegando a la universidad te averiguas bien la dirección y el teléfono y me llamas para saber”_”ya, ya, pero no llames a menos que sea súper urgente, ok?, no me llames a menos que haya un terremoto, se queme la casa o se abra la tierra y sea el fin del mundo, porque sino...”.

La cosa es que al final, para que después no vaya a ser que mi vieja se raye y llame, llegué a parar en el tono del tal Chino, y desde allí llamé a mi hermana, para darle la dirección, y el cel de otro amigo (que pedir teléfono ya era demasiado) le di perfectas instrucciones a mi hermana para que no la deje llamar a mi vieja y a mi amigo por si la loca de mi vieja se le ocurría llamar que le dijera que sí había estado allí, pero que me acababa de quitar hace poquito, luego me quité del tono hacia la jato de Cana, porque aunque en el tono había harto trago, Cana no quiso quedarse. De todas formas también teníamos buenas provisiones en su jato como para seguir chupando.

Al llegar a la jato de Cana nos pusimos a chupar, estábamos con “la tortuga”, que ni toma, sólo estaba ahí como chaperona encargada por la enamorada de Cana para que nos cuide de no hacer nada malo. Conversamos, tomamos, y jodimos a la tortuga, hasta que nos dio sueño, en realidad no fue una súper bombaza, fue una bombita nomás porque después de la pichanga de la tarde, también nos fuimos con el resto de las chicas a tomarnos unas cuantas chelitas, y ya estábamos bien cansadas. Lo más importante de nuestra reunión entre Cana y yo (porque la tortuga se quedó jato), fue para ponernos al día en nuestras vidas, ya que nos habíamos alejado por mucho tiempo, y recién ahora paramos pa arriba y pa abajo como antes. La verdad extrañaba a Cana, es difícil encontrar alguien con quien bromear, cagarte de la risa y no aburrirte, por más que la vea casi todos los días, nos burlamos absolutamente de todo, sobre todo de lo malo que nos pueda pasar durante el día. Supongo, que el hecho de llevarnos tan bien, hace que su queridísima sea tan desconfiada, pero creo que ya me estoy ganando su confianza, poco a poco se está dando cuenta de que Cana es tan sólo mi amiga.

Al día siguiente, llegué a mi casa y mi vieja estaba con una caraza, lo peor es que sigue así hasta el día de hoy y ni siquiera se por qué, no me dirige la palabra mas que para gritarme, cuando llego de la u, no me saluda ni nada, y hace comidas que no me gustan para que me quede de hambre. Ya lleva 3 días sin hablarme y no se cuando se le pasará.